Thursday, May 30, 2013

Motívalos para que hagan sus deberes


Es común que los deberes sean asociados a actividades aburridas o agotadoras, mientras que los momentos de relajo y ocio a la libertad. Lo ideal es lograr que los niños cambien esta perspectiva.

Como ejemplo concreto el deber de ordenar su pieza, algo que los niños odian y siempre tratan de evitar. Sería genial poder entregar herramientas de comportamiento a nuestros niños que los ayude a cambiar esa perspectiva. Hacerles sentir que puede ser motivador, energizante y hasta entretenido, sin la necesidad de premios o castigos.

La propuesta es la siguiente:

1.- Saca una foto de su pieza o de su clóset antes de que lo ordene.
2.- Toma otra foto después, cuando ya está ordenado.
3.- Junto con tu hijo analicen ambas fotos y observen cuáles fueron las cosas buenas que aparecieron al ordenar. Deja que él lo descubra y se sienta motivado a mantenerla siempre así.

Lo ideal es empezar a darles motivaciones para que hagan sus deberes desde pequeños, entre los dos y tres años, de manera que los integren como una actividad natural en sus días.

Monday, May 13, 2013

El cerebro y el aprendizaje


El conocimiento sobre el cerebro y el aprendizaje está explotando. Torkel Klingberg, profesor de neurociencia cognitiva en el Instituto Karolinska en Estocolmo y escritor de varios libros de divulgación científica, quiere ver una nueva ciencia que se desarrolla mediante la fusión de los conocimientos de la neurociencia, la psicología, la educación y la tecnología de la información. Los grandes ganadores serían los futuros niños escolares. Y así toda la sociedad.
- Quiero ver a una mayor comprensión del origen de las diferencias individuales, y cómo los diversos problemas están relacionados entre sí: ​​¿Cómo funciona la memoria de trabajo? ¿Cuáles son los mecanismos de comprensión de lectura? ¿Por qué puede ser difícil la matemática? y ¿de qué depende la dislexia?

A través de un proyecto de investigación iniciado 2007, Torkel Klingberg y sus colegas del Instituto Karolinska en Estocolmo, han aprendido mucho sobre el desarrollo de niños en edad escolar. El proyecto sigue a 350 niños de entre seis y 20 años con el fin de estudiar la correlación entre la maduración del cerebro, el ambiente, el desarrollo de la memoria y el rendimiento escolar. Los participantes han pasado por una extensa batería de pruebas que miden la memoria a largo plazo y la memoria de trabajo, las habilidades motoras y las habilidades lectoras y matemáticas. Además, se ha realizado un estudio genético, que se basa en genes conocidos que codifican en parte la dislexia. 100 de los niños también tenían sus cerebros fotografiados con resonancia magnética.

Se distingue cinco temas que podrían conducir a un nuevo enfoque del desarrollo y aprendizaje de los niños:
  1. La investigación del cerebro es como abrir el capó y ver cómo funcionan las diferentes partes. El mapa de temas matemáticos hace por ejemplo que podemos entender por qué la discalculia y la dislexia están vinculados.
  2. Para ayudar a los niños tenemos que encontrarlos a tiempo antes de perder valioso tiempo en la escuela por falta de atención. En este sentido, la investigación del cerebro puede ser útil.
  3. Identificar a los niños con dificultades sólo tiene sentido si hay métodos para ayudarles. Hoy existen métodos, pero más puentes entre la neurociencia y la educación deben ser construidos.
  4. El cerebro del niño o del adolescente no es una versión en miniatura de un cerebro adulto. Está en desarrollo fuerte en diferentes fases. Conocer las fases del desarrollo puede ayudar a los profesores y los padres entender por qué el adolescente no planea para el futuro (la corteza prefrontal no está completamente desarrollado) o porque le encanta conducir una moto demasiado rápido (mala evaluación de riesgos y un sistema de recompensas sensible da “subidones” más fuertes) o porque el niño de seis años no cumple con el mandato de "Ve a tu habitación, ponte los  calcetines y coge tu mochila" (son demasiadas instrucciones consecutivas para una memoria de trabajo que no está muy desarrollado)
  5. El cerebro es maleable. El medio ambiente y lo que hacemos afecta al cerebro. Paz y tranquilidad, padres amorosos que aumenta la tolerancia al estrés, ejercicio físico y entrenamiento de la memoria de trabajo es bueno. El estrés prolongado es malo.


¿Qué deberían los maestros y padres de familia aprender sobre el desarrollo del cerebro en los niños?
Algo que queda claro es lo diferente que se construyen nuestros cerebros. Algunos tienen mucha memoria de trabajo, otros poca. La mayoría se encuentran en un rango medio. La persona que tiene una memoria de trabajo buena está bien preparada para las matemáticas por ejemplo.
Lo principal a tener en cuenta es que el cerebro es maleable. Es posible entrenar a su memoria de trabajo y por lo tanto la concentración y la capacidad matemática. Por lo tanto, debemos encontrar a los niños con dificultades para que les podemos ayudar en una etapa temprana.

Científicamente, estamos sorprendidos por el efecto del gen.  Examinamos una variante del gen previamente asociado con TDAH y encontramos que este variante era muy común y que en realidad estaba relacionada con la memoria de trabajo, no con el diagnóstico de TDAH.
- Hemos visto que el efecto de otros genes difiere en función de la edad de los niños. Una variación que es beneficiosa en un niño de seis años puede ser una desventaja en un joven de 16 años de edad. También es fascinante la plasticidad que tiene el cerebro. Un estudio hecho por Sissela Bergman Nutley muestra que personas que hacen música a menudo entrenan su memoria de trabajo. También los videojuegos mostró un efecto ligeramente positivo en la memoria de trabajo. http://www.researchgate.net/profile/Sissela_Nutley/

Las matemáticas y la memoria de trabajo
Hay una fuerte relación entre la capacidad de memoria de trabajo y el rendimiento en matemáticas. Los que tienen mejor memoria de trabajo habían avanzado más en matemáticas dos años más tarde. Hay un gran desarrollo de la memoria de trabajo en la infancia y hasta bien entrada la adolescencia. La variación entre los individuos es grande. Algunos niños de diez años estaban al nivel de los de 14-años de edad, mientras que otros se encontraron a nivel de los niños de seis años.
Sin embargo, no existe una correlación similar entre la memoria a largo plazo y la capacidad de lectura o matemáticas.

¿Los niños son mejores en matemáticas que las niñas?
Estudios internacionales muestran que en los países de la igualdad de género, no hay diferencias entre niños y niñas en el rendimiento en matemáticas. Sin embargo, las expectativas negativas pueden tener un efecto negativo. Los estudios han demostrado que si un alumno se estresa antes de un examen de matemáticas, puede tener un impacto en el rendimiento.

¿Existe una relación entre la dislexia y la discalculia, dificultades de lectura y matemática?
Hay superposición de las regiones del cerebro que se requiere para leer y contar. Al leer el control de la atención es muy importante. La superposición triple entre la lectura, las matemáticas y la memoria de trabajo puede ser una de las razones por que los niños con problemas de memoria de trabajo a menudo tienen problemas con la lectura, las matemáticas y la concentración.

Los niños con TDAH suelen tener poca memoria de trabajo. ¿Cómo se les puede ayudar ejercitar la memoria?
Al entrenar la memoria de trabajo hace que sea más fácil concentrarse. Mejora la capacidad de matemáticas y facilita de manera diferente la vida cotidiana tanto si tiene TDAH como si no. Un grupo de investigadores estadounidenses hicieron un descubrimiento interesante en un estudio. Filmaron unos niños con TDAH en el aula. Los que habían entrenado la memoria de trabajo tenían mejor capacidad de "centrarse en lo que se deberían centrar" sin mirar a través de la ventana, juguetear con el lápiz o molestar a los compañeros.

¿Cómo deben los niños estudiar para utilizar su memoria de la mejor manera?
¡Reduzca las distracciones que se alimentan de la capacidad de memoria de trabajo! No hay que hacer dos cosas a la vez. Despejar el escritorio y no tener cosas tentadoras alrededor. Aprender de los campeones de la memoria, por ejemplo haciendo asociaciones.

¿Pueden los niños mejorar su memoria a largo plazo también?
Con la repetición refrescamos la memoria a largo plazo. Sin repetición, recordamos sólo el 20 por ciento de lo que hemos aprendido en un principio. Usar estrategias de memoria como el “spacing effect”, es decir, repetir nuevos conocimientos en intervalos de tiempo predeterminados durante un tiempo más prolongado, puede ser de gran beneficio.


Aquí puedes encontrar algunos juegos online de memoria y lógica.
http://multimedia.lacaixa.es/lacaixa/ondemand/obrasocial/juegosdememoria/img/home_es.html 

Thursday, May 09, 2013

¿Qué pasa con los hermanos no TDAH?


Todas las familias son distintas. En algunas familias los miembros parecen clones: usan el mismo tipo de ropa, comparten aficiones e intereses y los niños parecen versiones en miniatura de sus padres. Otras parecen no tener nada en común, salvo vivir en la misma casa. Además cada familia es distinta; madre - padre - hijo, madre – madre – hijo/s, madre – hijo, padre – abuela – hija, madre – padrastro – hermanastros, etc las variaciones son infinitas. En todos los casos, los miembros de la familia están conectados por la convivencia y las experiencias en común.




Las familias con niños con déficit de atención o alguna condición especial no son diferentes. Cuando un niño tiene TDAH, afecta a toda la familia. El modo en que la afecta, depende entre otras cosas de los padres.

Un niño con TDAH requiere más tiempo y atención que un niño sin TDAH. Eso es ineludible. Lo mismo sucede con cualquier niño con necesidades especiales. ¿Cómo hacemos para ocuparnos de ellos sin quitarle atención a los otros niños?

No puedes hacer que la vida sea siempre justa. Tampoco puedes darle lo mismo a todos sus hijos. Su relación con cada niño es única. Esto no significa que no ama a tus hijos, pero cada uno tiene una relación especial contigo que es sólo suya. Debes asegurarte de que las discrepancias no sean extremas. Debes asegurarte de que cada niño recibe lo que necesita. Sin embargo, no es un mal padre porque no trata a cada uno de sus hijos exactamente igual.

No todos los niños se pueden criar de igual manera. Algunos niños necesitan una cantidad de tiempo y atención desproporcionados. Esta es la realidad y no hay nada que puedes hacer al respecto.

Sin embargo, todos los niños necesitan saber que son amados. Es crucial que tus hijos no TDAH sepan que los amas. Los niños no entienden el amor teórico, necesitan demostraciones. Necesitan que les demuestres que son importantes para ti.

Busque tiempo para estar solo con sus hijos no TDAH. Los niños con necesidades especiales reciben muchas veces toda clase de atención especial (talleres, terapeutas, actividades especiales...) y esto es bueno y debe hacerse. Sin embargo los niños no TDAH pueden sentirse dejados de lado. ¿Por qué no va a los talleres? ¿Por qué no tiene psicólogo, logopeda o entrenador?

¿Cuándo le toca a él o ella estar con mamá y papá?

Dedica tiempo para hacer algo con este niño. Solos los dos, o mejor aún, con los dos padres. Trata de hacer algo que normalmente no haría si estuviera tu hijo con TDAH. Pero no digas: "Ya que no está Pedro, hoy podemos hacer esto…". Eso da un mensaje equivocado de que el hermano TDAH es un obstáculo en la familia.

Pero pueden ir a pescar (un deporte terrible para los niños hiperactivos), o hacer algo que requiera prestar atención durante un tiempo largo, o que requiera buenas habilidades sociales. Algo qué le interesa a tu hijo y que le gustaría hacer.

Estas salidas son tan importantes como el cuidado especial que requiere tu hijo TDAH. Tal vez más importantes.


Muestre interés en lo que hace tu hijo sin TDAH

El niño con TDAH vuelve a casa con un examen aprobado y todo el mundo lo elogia y la familia sale a comer para festejar. ¡Esto es bueno! Pero el otro niño vuelve a casa con un examen en el que sacó la mejor calificación y nadie le presta demasiada atención. Se supone que este niño debe sacar buenas calificaciones.

Puede ser que debería hacerlo, pero ¿Sabes cuánta gente no hace lo que debería hacer?

El niño sin TDAH también necesita motivación y apoyo. Reconoce sus habilidades. A veces hay una gran diferencia entre una buena calificación y un trabajo de excelente calidad. Tal vez suceda que con un poco de elogios y motivación, el "buen" estudiante se convierta en el estudiante "excelente", esa clase de personas que superan todas las expectativas.


Ser justo

No es justo esperar que tu hijo sin TDAH tolere que le rompan los juguetes, le griten o lo golpeen. El niño sin TDAH debe aprender a ser tolerante y compasivo, pero el niño con TDAH también debe aprender que su comportamiento tiene consecuencias y que las demás personas tienen derechos.

Si justificas los comportamientos inaceptables del niño con TDAH, le estarás enseñando a esperar lo mismo de todas las personas en su vida. El niño sin TDAH debe aceptar a su hermano tal como es, pero no es justo que le digas, mientras trata de arreglar su juguete por enésima vez, que su hermano "es así". Eso puede crear resentimiento.

Demuestra amor a cada uno de tus hijos en formas que ellos entiendan porque en realidad, cada niño es especial y único.

Leer nuestro post "Manejar rivalidad entre hermanos" >>

Cómo manejar la rivalidad entre hermanos


La rivalidad entre hermanos es universal, y además es normal. Varias investigaciones muestran que la rivalidad entre hermanos es señal de una familia sana. La falta de rivalidad entre hermanos puede ser un síntoma de un hogar disfuncional o un hogar donde hay mucho estrés; en estos hogares los niños tienden a juntarse buscando seguridad.




Los beneficios de la rivalidad entre hermanos

Uno de los mayores beneficios de la rivalidad fraterna es que le enseña a los niños a resolver conflictos. La vida está llena de conflictos. Como adultos hemos (con suerte) desarrollado técnicas para resolver estos conflictos de manera efectiva y civilizada. Una forma de aprender esas técnicas es peleando con nuestro hermano menor y discutiendo con nuestra hermana mayor.

Podemos aprender algunas técnicas discutiendo con nuestros padres, pero no es lo mismo. Con los padres uno aprende cómo tratar con la autoridad. Pero los hermanos son pares. Al aprender a relacionarnos con ellos nos preparamos para relacionarnos con nuestros amigos y parejas. Sólo se puede aprender resolución de conflictos si hay conflictos. La rivalidad entre hermanos provee un espacio seguro y supervisado para que los niños aprendan a resolver sus diferencias con otras personas.

Otro beneficio que aprendemos con la rivalidad fraternal, si se maneja bien, es afrontar las injusticias en la vida. Esta es una lección muy importante y muy amarga. ¿Dónde aprendimos a aceptar que las cosas no siempre se distribuyen equitativamente? Lo podemos aprender de nuestros hermanos.


Ahora que sabemos qué logran los niños con la rivalidad fraterna, podemos entender de qué manera, como padres, podemos usar la relación entre nuestros hijos para ayudarlos a convertirse en adultos sanos.

Ya que el fin de la rivalidad entre hermanos es enseñarles a resolver conflictos, deberías dejar que tus hijos resuelvan sus conflictos por sí solos. Deberías dirigirlos cuando es necesario, pero la idea es que lo logren solos.


Qué debes hacer

Crea un ambiente donde los niños estén motivados para resolver sus diferencias. Hay veces que no podrán hacerlo solos, y entonces debes darles apoyo e ideas para que lleguen a un acuerdo.

Por ejemplo: Tus hijos se pelean por un juguete. Uno dice que el lo tenía primero. El otro dice que no pudo jugar con él en todo el día y ahora es su turno. ¿Quién tiene razón? Es imposible saberlo ¿Qúe puedes hacer?

Decirles que no sabes quién tiene razón acerca del juguete, pero que si se pelean, los dos están equivocados. Quítales el juguete y diles que se los darás cuando se hayan puesto de acuerdo acerca de quién le toca jugar con él. Se sorprenderá de lo rápido que se pondrán de acuerdo.


Qué no debes hacer

No trates de averiguar quién empezó la pelea. La mayor parte de las veces no podrás hacerlo, y cualquier intento sólo servirá para empeorar las cosas.

Generalmente, la culpa es de los dos niños. Pelear con otra persona está mal. Una vez que comienza una pelea, automáticamente los dos están equivocados. La causa de la pelea es secundaria.


Qué debes vigilar

Tu trabajo como padre no es resolver los problemas de tus hijos, sino enseñarles a resolverlos ellos mismos. Deben aprender a ceder y a contemporizar. Son ellos los que deben resolver y llegar a un compromiso, sin embargo hay cosas que uno debe vigilar.

Asegúrate que el compromiso es razonable. No debes dejar que un niño domine a otro. Debes asegurarte que no hay coacción.

Vigila al niño que es demasiado bueno. Algunos niños evitan los conflictos por naturaleza. Ellos prefieren ceder y ser "el bueno" antes que lograr lo que desean. A veces con un hermano TDAH el hijo no TDAH toma el rol de “bueno”. Si uno de tus hijos es así, debes vigilarlo.

No es bueno ceder constantemente. No es bueno para el niño que cede porque le enseña a convertirse en un blanco, a ser explotado. No es bueno para los otros niños porque les enseña a aprovecharse de la bondad de otros. Debes asegurarte de que los dos niños reciban algo.


Niños impulsivos o inflexibles

Algunos niños tienen problemas específicos, como la impulsividad o son inflexibles. En estos casos deberás intervenir más seguido, aunque, cuando sea posible, es preferible que los niños resuelvan sus conflictos.


Adolescentes que pelean con los hermanos menores 

Hay dos razones muy comunes por las que un niño mayor peleará con uno mucho menor. La primera es que él siente que el niño menor le fue impuesto. Los padres usamos a nuestros hijos mayores para que nos ayuden con los menores. Esto es bueno para ambos niños. Pero a veces, el mayor puede sentir que es forzado a asumir un rol para el que no está preparado. Cuando esto sucede el niño puede comenzar a pelear con su hermano menor.

La segunda causa es que los adolescentes son muy posesivos con sus cosas. Un niño de seis años puede no entender esto. Los adolescentes necesitan su privacidad y ponen límites con sus cosas. Esta necesidad es normal y es parte de su desarrollo. Cuando un niño menor traspasa esos límites, habrá peleas.

10 ideas para enseñar a tu hijo a ser organizado







1. Mantén una agenda familiar. Todas las actividades de la familia deben estar anotadas en una agenda familiar. La agenda debe estar en un lugar accesible para que cada niño se sienta alentado a anotar sus propias actividades y a fijarse en ella antes de hacer planes.

Leer nuestro post sobre cómo hacer una agenda familiar >>

2. Regálale una agenda. Para los más pequeños es mejor con una agenda o calendario a colgar en la puerta de su habitación u otro lugar visible. El tener su propio planificador incentivará a tu hijo a crear un horario y una rutina. Además le enseñará que su tiempo es valioso. Enséñale a coordinar su agenda con la agenda familiar diariamente para evitar conflictos.

3. Usa listas. Aunque sean muy simples, del estilo de "Cosas para hacer antes de ir a dormir", el crear las listas entre todos desarrollará en tu hijo la habilidad de organizar su tiempo y de priorizar sus actividades.

4. Imponerles responsabilidades que requieran categorizar y clasificar. Hacer las compras, guardar la vajilla, ordenar su armario, armar un álbum de fotos, etc. Las tareas tienen que ser apropiadas para la edad y es importante que primero lo repitan juntos varias veces antes de dejar que lo haga sólo. Recuerda también de supervisar la tarea y felicitarle cuando lo hace bien y ayudarlo si necesita ayuda. Si olvida de hacer la tarea o si lo hace mal recuérdalo y muestra cómo se debe hacer, pero nunca debes enfadarte o criticarlo.

5. Acostúmbralos a prepararse la noche anterior. Ayúdalos a crear el hábito de preparar su ropa y los útiles escolares que necesitarán al día siguiente.

6. Usa organizadores de armarios y recipientes específicos. Si hay un lugar para cada cosa, tu hijo tendrá menos problemas para encontrar sus cosas y mantenerlas ordenadas. Todos los días debe dedicar un rato al orden

7. Ayúdale a organizar su trabajo escolar. Asegúrate que tu hijo tenga todo el material que necesita para la escuela y todos los papeles organizados por asignatura en carpetas separadas. Revisa su bolso diariamente.

8. Establece una rutina para sus tareas escolares. Destina un horario y un lugar para la realización de la tarea. El horario debe ser siempre el mismo dentro de lo posible, y si no tiene tareas que hacer puede leer un libro o realizar alguna otra actividad "tranquila" en ese lugar.

9. Cocinen juntos. Cocinar enseña a medir, a seguir indicaciones, a clasificar ingredientes y manejar el tiempo. Permite que tu hijo participe en la planificación del menú semanal, y en la confección de una lista de compras.

10. Incentívalo a coleccionar algo. Ya sean estampillas, rocas, monedas o cualquier otra cosa, una colección le enseñará a organizar, seleccionar y clasificar.

Friday, May 03, 2013

El TDAH y la alimentación

¿Puede la alimentación ser causa de o aumentar algunos de los síntomas de déficit de atención y/o hiperactividad?
Los investigadores y médicos todavía no tienen una respuesta clara pero hay varias dietas que se han utilizado como complemento  en el tratamiento del TDAH. Por ejemplo la dieta libre de aditivos, la dieta oligoalergénica, la dieta de lácteos y gluten y la dieta de restricción de azúcar ( o del índice glucémico).



Aunque hay muchos testimonios de que estas dietas han funcionado para algunas personas no se ha encontrado suficiente evidencia científica que determine que el tratamiento dietético a partir de restricciones en la dieta o suplementos mejoren los síntomas del TDAH.

Sí es cierto que hay estudios y publicaciones recientes que apoyan algunos de estas dietas que vamos a describir a continuación y a falta de estudios fehacientes también podemos ayudarnos de la propia experiencia; las personas más cercanas a los niños son capaces de percibir efectos en la dieta que los médicos no detectan.

Una dieta por sí sola no es la solución a los problemas de TDAH en niños pero puede en algunos casos disminuir los síntomas.  Además, no sólo los niños con TDAH sino también sus hermanos y padres se pueden beneficiar de un cambio a una dieta más saludable.


Lo más importante primero: Tomar desayuno y disminuir la ingesta de azúcar

Siempre nos han hablado de la importancia de un buen desayuno. Pues para un niño con TDAH es aún más importante que tome un buen desayuno, que le pueda alimentar y dar energía estable hasta el almuerzo.  
Los problemas de TDAH, cómo la inatención, la hiperactividad e impulsividad, son agravados cuando el cae el nivel de azúcar en la sangre rápido. Los productos con un contenido alto en azúcar proporcionan una rápida sensación de satisfacción cuando el azúcar en la sangre se eleva. Este aumento, sin embargo, lleva a una elevada producción de insulina en el cuerpo y como consecuencia el azúcar en la sangre cae en picado. Incluso para un niño (o adulto) que no tiene TDAH, esto puede provocar irritabilidad y cansancio, pero para un  TDAH refuerza los síntomas del TDAH.

Por eso es muy importante que un niño con TDAH coma con regularidad y además puede ser necesario tener un snack extra a mano entre comidas, eso sí, evitando los azucares refinados,  para evitar estos ciclos de hiperglucemia e hipoglucemia que alteran el comportamiento.

En un estudio realizado en University of Northumbria, Newcastle se ha medido el efecto del nivel de azúcar para las funciones cognitivas en niños (sin problemas de inatención e hiperactividad) y los resultados indican que de forma natural hay una disminución de rendimiento en cuanto a precisión y atención en los niños durante la mañana. Sin embargo esta disminución se puede reducir de manera significativa con la ingesta de un cereal con bajo índice glucémico en comparación con un cereal con alto índice glucémico. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17224202

Los alimentos con índice glucémico alto son todos los alimentos con carbohidratos “blancos” que se transforman en glucosa (azúcar) rápidamente en el cuerpo, por ejemplo cereales azucarados, o de maíz o arroz y el pan blanco.  Es aconsejable reemplazarlo por proteínas y carbohidratos con un índice glucémico más bajo como por ejemplo copos de avena, frutos secos, un pan integral con jamón,  huevo o queso y una taza de leche.
Aquí puedes leer más sobre la dieta de índice glucémico, es una dieta que se puede adaptar a toda la familia fácilmente:

Eliminación de colorantes y otros aditivos en la dieta

Los colorantes y otros aditivos están presentes en la mayoría de los productos alimenticios que compramos en el supermercado hoy en día.  Empieza a mirar el contenido de los productos que tienes en el carro de compra y te darás cuenta que hay más aditivos (por ejemplo los “E”s) de los que pensabas. Para no hablar del azúcar añadido… Un alto consumo de colorantes se asocia con el comportamiento hiperactivo en niños tanto preescolares como de edad escolar.

Un equipo de investigadores  en University of Southampton, Southampton, realizó un estudio en niños (sin diagnóstico) de 3 años y de 8/9 años para ver cómo les afecta los colorantes en la comida a los niños.
Encontraron pruebas de que los colores artificiales o un conservante, benzoato de sodio (o ambos) en la dieta resultan en un aumento de la hiperactividad en los niños. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17825405

También otro estudio de Australia ha demostrado una relación entre el colorante tartracina (E102) y el aumento de la irritabilidad, que se manifiesta en “piernas inquietas” y en insomnio en niños de 2 a 14 años. El efecto fue más grande en niños calificados por sus padres como hiperactivos. La tartracina (E 102) es un aditivo colorante orgánico del tipo nítrico (denominados azoicos), de tono amarillo cítrico.
Rowe KS, Rowe KJ. Synthetic food coloring and behavior: a dose response effect in a doubleblind, placebo-controlled, repeated-measures study. J Pediatr. 1994;125:691-8.

Estos sólo algunos de los estudios que se han realizado y aunque todavía falta más evidencia para poder decir con seguridad el efecto que tienen estos aditivos, en los niños con diagnóstico de TDAH puede ser justificado reducir el consumo de ciertos aditivos y colorantes alimentarios.

Para probar si tiene algún efecto para un niño en particular, se debe eliminar todos los productos que contienen aditivos durante 3 a 4 semanas que es el periodo necesario para poder ver un posible efecto.  Primero haz un registro sobre la cantidad de aditivos que contiene la dieta actual de tu hijo y cuáles son los productos que consume. Después elimina estos productos de la dieta de tu hijo, busca alimentos alternativos para sustituirlo.  Esto requiere llevar la lista de elementos no deseados al supermercado y revisar los productos antes de comprarlos.

Si tu hijo come en el colegio necesitas hablar con el profesor o responsable del comedor para identificar qué alimentos sirven que no debería comer. Haz una lista de los alimentos que no puede comer tu hijo y entregarle al colegio para que lo cambien los alimentos.

En general debemos plantearnos la necesidad de utilizar aditivos, colorantes, y conservantes en la comida. Sirven para tentarnos a elegir productos industriales menos saludables y todavía no sabemos todo sobre cómo estas sustancias afecta a nuestra salud a corto y largo plazo.

Algunos aditivos que pueden agravar al hiperactividad según los estudios son:
E102 - tartrazina (amarillo)
E104 - quinolina (amarillo)
E107 - amarillo 2G
E111 - sunset amarillo
E123 - amaranto (rojo)
E124 - ponceau 4R (verde)
E211 - benzoato de sodio (conservante)

Los ácidos grasos omega 3 y 6

Por último cabe mencionar otra línea de investigación que pretende estudiar esta correlación: la suplementación con ácidos grasos omega 3 y 6. Los ácidos grasos esenciales omega 3 y 6 son nutrientes que no puede sintetizar el organismo pero que son necesarios para el cumplimiento de funciones biológicas y que, por tanto, tienen que aportarse con la alimentación.

Los ácidos grasos omega 3 y 6 están implicados en el  desarrollo visual y cerebral  y el déficit de estos ácidos grasos esenciales puede ocasionar trastornos del comportamiento como la hiperactividad y el déficit de atención y es importante tener un buen equilibrio entre  estos dos ácidos grasos.

Si sospecha que tu hijo no ingiere suficiente de grasos ácidos a través de la alimentación (quizás no le gusta el pescado) puede darle cápsulas de aceite de pescado ricos en los ácidos grasos esenciales EPA y DHA. Pregunta en la farmacia por las marcas y la dosis recomendada según la edad.

Ácidos grasos esenciales

Algunos de los ácidos grasos reciben el nombre de esenciales, porque el organismo no puede sintetizarlos, sino que es necesario que se obtengan a partir de la alimentación. Son el ácido alfa linolénico (de la familia omega-3) y el ácido linoleico (de la familia omega-6).

  • El ácido alfa linolénico se encuentra en el pescado graso, semillas de lino, vegetales de hoja verde, aceite de canola, o nueces.
  • El ácido linoleico se encuentra en los aceites de girasol, cártamo, sésamo, maíz borraja y onagra.

Los ácidos grasos más importantes

  • Alfa linolénico, del que ya hemos hablado.
  • Ácido eicosapentanoico (EPA), de la familia omega-3. Ayuda a regular la inflamación, el sistema inmunitario, la circulación y la coagulación sanguínea. Se encuentra en el pescado graso principalmente.
  • Ácido docosahexanoico (DHA), de la familia omega-3. Juega un papel importante en el desarrollo del cerebro y la retina en bebés. También juega un papel importante en la salud de las articulaciones y la función cerebral. Se encuentra en el pescado graso principalmente y también en el huevo y algunos tipos de algas.
  • Ácidogamma linoleico (GLA), de la familia omega-6. Interviene en el funcionamiento del cerebro, la salud de las articulaciones y el equilibrio hormonal. Se encuentra en el aceite de borraja y de onagra.          

Thursday, May 02, 2013

Organizar la familia con un calendario familiar

¿Te cuesta trabajo que tus hijos participen en los quehaceres y actividades familiares? ¿Te cansas de repetir lo mismo, día tras día? “Recoge tus juguetes, termina los deberes, guarda tu ropa….” 



Un calendario mensual, elaborado en familia, puede ser un medio para involucrar a los niños y comprometerlos a colaborar y también una ayuda para los adultos de la casa a organizarse mejor. Empieza durante la última semana de cada mes, para que todos participen en la elaboración del calendario del mes que entra. La idea es que este calendario sea una herramienta para unir a la familia en un esfuerzo común.


1. Planea una reunión especial. Prepárate con varias hojas de calendario (bastante grandes) en blanco. Puedes comprar o imprimir un calendario pero también puedes pedir a cada miembro de la familia que haga su propio calendario del mes que viene. Hace falta reglas y un calendario de modelo a seguir. Invita a todos los miembros de la familia a participar, sentados alrededor de la mesa. Reparta a cada uno una copia en blanco del calendario del mes que entra y pide que le ponga su nombre. Proporciona material para colorear, escribir y adornar el calendario.

 2. Elaboren una lista juntos con todas las actividades, quehaceres y fechas especiales del mes en cuestión. Por ejemplo, podría incluir actividades escolares, como la tarea y los deportes extracurriculares. También incluye los quehaceres diarios como la preparación de la merienda y la cena, dar de comer o pasear el perro, sacar la basura, hacer la cama etc. Además recomiendo añadir algunas actividades familiares entretenidas cómo por ejemplo ir a la piscina o el cine, hacer un paseo en el campo o ir a practicar escalada etc

3. Vacíen las listas en los calendarios. Primero apunten las fechas especiales y los festivos, porque tendrán otro horario. Ayuda a tus hijos a negociar algunos cargos, dividiendo los quehaceres de la casa equitativamente. Por ejemplo, se pueden ir rotando los trabajos de dar de comer al perro y sacar la basura, pero cada quien siempre tendrá que hacer su cama. Cada miembro de la familia debe tener por lo menos una actividad apuntada en cada día del mes. Más de tres actividades al día son demasiadas.

4. Fomenta el diálogo. Entre más participen tus hijos y opinen sobre las actividades que apuntan en su calendario, más se harán dueños de sus tareas. Es importante que visualicen la carga para cada día, y que ellos mismos la distribuyan en una forma práctica. También cuando comparéis vuestros sus calendarios, los niños se darán cuenta que algunas cosas son iguales, pero que otros miembros de la familia tienen diferentes responsabilidades por su edad y sus talentos particulares. Esta comparación les ayuda a entender que cada miembro de la familia tiene que colaborar de la mejor manera con lo que tiene.

5. Cuelga los calendarios. Ahora sólo falta decorar los calendarios y colgarlos en lugares visibles dentro de la casa. Las puertas de cada habitación puede ser un buen sitio. Es importante que el calendario sea accesible a su dueño, para que lo pueda consultar regularmente. Acostumbren tachar la fecha todos los días. Si tus hijos dicen la fecha todos los días cuando se levanten, se concientizan sobre el paso del tiempo y las cosas que ellos tienen que cumplir.

 6. Hagan la transición a calendarios más pequeños. Después de practicar con el calendario grande, puedes ayudar a tus hijos a manejar un pequeño agenda donde anoten la información de cada día, sobre todo si tus hijos son más grandes. Si usan móvil, ordenador o iPad tal vez puedan usar un calendario electrónico, por ejemplo de Google o Outlook, para que se vayan acostumbrando a apuntar sus actividades y a organizar sus días.